Tu vida, tal como es, importa. E incluso con las dificultades.
julio 6, 2025
No siempre conseguimos lo que queremos. O sentimos que merecemos. Cuando ya no puedo cambiar una situación, resolver un problema o arreglar mi vida como quiero, me veo obligado a cambiar mi realidad. O a superar los problemas. Una vida difícil puede ser una gran vida. Puedes superar una pérdida y aun así elegir amar de nuevo. Puedes hacer el trabajo que no te gusta y aun así encontrar otras fuentes de alegría. O despertarte ansioso por tu vida y aun así persistir. Es lo más humano. Y probablemente lo estés haciendo. No has fracasado en la vida. Solo cosas temporales.
No necesitas una vida perfecta para vivir una buena. Solo necesitas vivirla. Pero con honestidad. La vida no siempre será justa. Pero aún puede ser hermosa. Has sobrevivido al 100% de tus peores días hasta ahora. Eso no es suerte. Eso eres tú.
A la gente buena le pasan cosas difíciles. Pero no puedes encontrarle sentido a evitar las dificultades. Lo encuentras en cómo las superas. La vida es difícil. Esta es una gran verdad, una de las más grandes verdades. Es una gran verdad porque una vez que realmente comprendemos esta verdad, la trascendemos. Una vez que sabemos realmente que la vida es difícil, una vez que realmente la entendemos y la aceptamos, entonces la vida deja de ser difícil. Porque una vez que se acepta, el hecho de que la vida sea difícil ya no importa.
Una vida difícil puede seguir siendo una buena vida. No a pesar de la lucha, sino a veces gracias a ella.
Algunos días, todo puede parecer insoportable. Te arrastras a través de las horas, preguntándote si vale la pena. Pero la lucha no es solo una carga, también es lo que te mantiene vivo. Sin ella, te alejarías, sin refinar. El dolor no es señal de que estés viviendo mal. Es señal de que estás vivo. Si la vida te resulta demasiado en este momento, recuerda esta verdad: el dolor pasajero no arruina toda la experiencia. La herida es el lugar por donde la Luz te penetra. Si no puedes superar tus tensiones, tus problemas y tu dolor, no puedes crear un nuevo futuro donde esas cosas no existan.
Una vida difícil no significa que sea mala. Sorpréndete. La dificultad no anula la alegría. Simplemente mejora tu determinación. Y la capacidad de encontrar alegría y esperanza. La vida puede estar llena de sufrimiento, pero también está llena de superación. No necesitas una vida fácil para tener una buena. Necesitas un propósito. La lucha puede enseñar resiliencia. No siempre lo arreglarás todo de una vez.
Algunos días, sentirás que no te queda nada. Querrás renunciar. Quizás no todo, pero algo. El estrés agotador del trabajo o de la relación. Aguanta. Lo difícil y lo bueno pueden coexistir. De hecho, a menudo lo hacen. Pero las experiencias son temporales. Si no lo son. O no puedes cambiarlo, supera lo que no puedes controlar. Busca momentos para encontrar tu alegría. Después de la ruptura. Después del silencio. Después de la lucha. Sigue adelante. Por ti mismo. Por la gente que amas. Por la vida que aún puedes vivir.
Difícil solo significa que aún estás ahí. Toca las campanas que aún pueden sonar. Olvídate de tu ofrenda perfecta. Hay una grieta, una grieta en todo. Así es como entra la luz.
La gente piensa que la ruptura arruina las cosas, pero a veces, es lo que las hace reales. Es una paradoja. Las cosas que casi te rompen también te enseñan a vivir. La vida no dejará de ser difícil. Pero tú no dejarás de ser humano. Eso significa que no dejarás de encontrar luz en la oscuridad. Una buena vida no está exenta de sufrimiento. Puedes vivir ambas cosas sin perder la cabeza. El dolor y la alegría, la lucha y la fuerza. No tienes que elegir. Puedes sentirlas todas.
La vida dolerá. Te pondrá a prueba. No siempre tendrá sentido. Pero nada de eso significa que tu vida no pueda ser buena. Una buena vida es real. Vívela con ambas manos, incluso cuando te topes con un muro. Vívela tomando decisiones difíciles, en el lento trabajo de aparecer una y otra vez. Encuentra fuerza en lo cotidiano. En la lucha. Eso es lo que me funciona. Tu vida, tal como es, importa. E incluso con las dificultades, puede contener luz. Una vida difícil puede ser buena. Lo sé. Tú lo sabes.
Una buena vida no se mide por lo poco que sufres. Sino por cuánto vives a pesar de ello. Por el amor que das cuando no tienes ganas. Por la esperanza que albergas cuando tienes miedo. Por la forma en que sigues presente, incluso cuando no estás seguro de que importe. Sí importa. Estás ahí, luchando por ello, encontrando significado en ello. Es lo humano.
Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer.
Patricio Varsariah.
Publicado por Patricio Varsariah.